Hoy en mi cumpleaños

Dios, muchas gracias por otro año más de vida,
sé que quiza no sea el mejor de tus hijos,
pero estoy agradecido de serlo,
porque sólo tu me amas infinitamente,
me dices las palabras precisas en el momento exacto,
me has mantenido vivo por largos 23 años,
y aunque quizá me has dado razones para ser el más feliz,
no he sabido aprovecharlo.
Espero un día poder estar contigo allá en el cielo,
quiero citar lo que una vez dijo la estrella Akbar,
aquella estrella que iluminó el pesebre donde naciste:
"Lo que viene de Dios, regresa a Dios";
y eso es justamente lo que quiero,
ayúdame a ser mejor persona,
a amar de la manera en que tú lo pides,
ante la gente puedo sonar hipócrita, quizá,
pero tu sabes, realmente, lo mucho que te amo.
Te agradezco eternamente por darme el regalo
más hermoso que he podido recibir en estos 23 años: mi hijo.
Es el regalo que me hace saber que en verdad existes,
y estás aquí, para mí, con tu grandeza, a pesar de ser yo tan pequeño,
con tu grandeza que ciega tu memoria y olvidas todos mis pecados,
quizá no merezca ni siquiera llamarme hijo tuyo,
pero puedo decirlo con orgullo, porque sé lo que tu sientes,
no haz dudado ni un instante en que si lo soy o no,
puesto que tu eres perfecto, y por esa razón, no te equivocas.
No sé cual es mi misión en esta vida,
pero el tiempo que dure, seré lo que tú me pidas,
solo ayúdame, no puedo solo,
no debí alejarme de tí, fue tan fácil ser de tus amigos más cercanos
y ahora, como si no supiera de tu misericordia,
me es dificil regresar a ti de nuevo,
Ayudame Señor!! Ayúdame! Solo Tú eres capaz de redimirme,
Tú, el mismo que al cuestionarte:
Señor, ¿Cuánto me amas?,
tu respondiste: -Tanto así. Y extendiste tus brazos y moriste por mí.

Gracias Señor por todo, infinitamente.

-CheWherever