Para ti

Princesa, me tienes a tus pies y no lo ves,

sí, Princesa, es lo que tú eres,

sólo una Princesa podría controlar mi mente,

mi corazón y sin darse cuenta.

¿Que yo te rechacé?

No, nunca lo hice.

Tuve miedo de enamorarme de ti,

¿Sábes? Realmente no sé si ya lo estoy

y no quiero saberlo, realmente no quiero.

No formo parte de ti, tú no quieres ser parte de mi

y no te culpo, yo no soy alguien que yo quiera para ti,

que te merezca, que pueda tener la dicha de si quiera,

tocar tus labios, mirarse reflejado en tus ojos

ni formar parte de lo que escupen tus dedos en los versos que escribes,

realmente, no lo merezco.

Si piensas que en mi encontraste a tu principe, lo siento,

pero yo, aunque me duela en el alma,

no formo parte de este cuento.