lunes, 3 de noviembre de 2008

Bienvenido seas... Cristo.

Mi corazón se sentía deprimido,
recordando todo lo sufrido,
No importando lo poco redimido,
los pecados mi alma se han comido.

Las sonrisas pasadas olvidadas,
las tristezas ajenas atrapadas,
la ignorancia mi mente revelaba,
Al poder de su amor yo renegaba.

Sin querer un día a los portales
de mi alma entró con los raudales
de mis heridas tatuadas en ideales
que me herían aumentando mis males.

Sin darme cuenta tocó mi corazón,
como un rayo pintando una razón,
para seguir el camino de su amor,
carcomiendo mi culpa en cuestión.

No esperaba su llamado tan repentino,
Su voz me conducía al buen camino,
Sanó mis heridas sin importale
que en el pasado me alegraba blasfemarle.

Hoy me ha dicho Yo te amo hijo mío,
En la Cruz he dejado tu martirio,
Toma mi mano, ven conmigo,
Y verás que no todo está perdido.

Ese hombre, el más grande que ha existido,
Permanece en mi ser, en mis dilemas,
Y Mudarse a mi corazón a decidido,
Para decirme, aquí estoy contigo, ya no temas.

Miro la cruz y he comprendido,
que esa prueba tan grande he recibido,
de que amas tanto Cristo, a mi como a mi hermano,
Y que nunca me soltarás de tu mano.

Si estoy contigo yo no me pierdo,
Estoy contigo Cristo la Roca,
Tómame, quiero ser tu siervo.

Aumenta mi Fe, aumenta mi testimonio,
Pon tus palabras en mi boca,
Y juntos destruiremos al demonio.


-CheWherever


-Le pregunté a Cristo: Señor, ¿Cuanto me amas?
Y el me respondió: Tanto así! - Y extendió sus brazos y murió por mi.

0 comentarios:

CheWherever
Publica tus poemas en

Trovando Solo Para Conocedores



Trovando